"En este mundo, los errores se expían como si fueran crímenes."
"De la inteligencia no viene jamás la felicidad, por más que otra cosa afirma Schopenhauer, porque la inteligencia no admite reposo."
"La vida está hecha para obrar, y es tan corta, que si nos obstinamos en razonar cada uno de nuestros pasos, corremos el peligro de quedar inmóviles."
"La oratoria política es el arte de decir vulgaridades con corrección y propiedad."
"En la soledad está nuestra grandeza, pero en la sociedad, nuestra eficacia."
"Triste es llegar a una edad en que todas las mujeres agradan y no es posible agradar a ninguna"
"Cuando bordeamos un abismo y la noche es tenebrosa, el jinete sabio suelta las riendas y se entrega al instinto del caballo."
"El amor es una treta de la naturaleza."
Después por un juego de la fortuna me vi convertido en novelista, y comprendí que la fortuna tenía razón.
¡Cuán fácil es dejarnos arrastrar por aquello que nos es fácil! Así yo, puesto a escribir novelas, me hallé cautivo de ellas y tan contento como el pez en el agua.
En los años de mi adolescencia y en los primeros de mi juventud he creído firmemente que yo había nacido para cultivar las ciencias filosóficas y políticas y para ser un astro esplendoroso dentro de ellas. Llegar a ser un sabio respetado y solemne fue mi única ambición entre los quince y los veinte años.
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